Hice una casita de niebla
con la niebla que barrió la ciudad.
De niebla hice las cortinas,
la mesa y un diván.
Para guardar los amaneceres grises
que trepan por mi ventanal,
hice un pequeño baúl de nubes negras,
y las puse a secar.
La niebla se vuelve dura
cada vez que estás acá.
De niebla hice una almohada,
una alfombra y un disfraz,
para ocultar nuestras sombras
entre las goteras,
la tristeza,
y la humanidad.
Hice una casita de niebla
para que quepamos los dos,
para que nos sintamos volar
entre tanto dolor.
Por Pablo Mirlo
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Pablo es precioso!
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Muchas gracias 🙂
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Precioso 🙂
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Muchas gracias 🙂
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jejejej con tanta niebla que hay por estos lares podríamos hacer nuestra casita de niebla… sale mejor que el bono arriendo de bashelet :3
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jajaja, es posible 🙂
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